Los Diez Principios Éticos del Yoga
Los diez principios éticos — Yama y Niyama— que se detallan a continuación, son universales y pueden ser seguidos por todas las personas, en cualquier época y lugar. Estos principios constituyen los pilares de la conducta humana y la base fundamental del estilo de vida de un practicante de yoga.

Los primeros cinco principios —Yama— regulan la vida de relación con otras personas, por lo que se los suele clasificar como ética social. Los cinco restantes —Niyama— se refieren más específicamente a la conducta privada y se los conoce como ética individual. Una vez comprendidas y aceptadas, estas normas son una referencia clara y precisa en el momento de decidir sobre nuestras acciones.
El objetivo de ajustar la conducta a ciertas normas es establecer un control efectivo sobre nuestra mente y conservarla en un estado más sereno y espiritual. Las personas que no pueden regular su conducta sufren todo tipo de desequilibrios y generan conflictos en su entorno social.
ÉTICA SOCIAL
No dañe conscientemente a ningún ser
No dañe con el pensamiento, ni con la palabra ni con la acción. Solamente se justifica el uso de la fuerza para la autodefensa y para proteger a las personas indefensas o en peligro, sin intención de hacer daño, sino para evitarlo. Este principio incluye el cuidado y el buen trato hacia uno mismo, tanto física como mental y emocionalmente.
Respete la verdad
Pero no la exprese impulsivamente; hágalo de manera amable y en las circunstancias y el momento apropiados. Tenga siempre en cuenta el bienestar del prójimo y use la palabra en forma benevolente.
No tome lo que no le pertenece
Y tampoco sea un obstáculo para que alguna persona tenga lo que justamente le corresponde. El solo pensamiento en apropiarse de lo ajeno es un factor de desequilibrio mental, además del daño que produce a otras personas.
No acumule bienes materiales innecesarios
El exceso de objetos materiales perturbará su mente y consumirá gran parte de su tiempo. Viva de manera digna y sencilla, de acuerdo con su realidad social. Recuerde que lo que unos tienes de más, otros tienen de menos.
Vea a la conciencia infinita en todo
Cultive una visión espiritual del mundo. Trate a todo y a todos como expresiones particulares de una única Conciencia Universal, no como simples formas materiales.
Cuando sirves a tus hijos, estás sirviendo a Brahma en la forma de tus hijos; Cuando ayudas a otras personas, simplemente sirves a Brahma a través de cualquier servicio que hagas.
Brahmacharya es la conducta que usted hace para recordar que todo es manifestación de la misma Conciencia Suprema.
ÉTICA INDIVIDUAL
Mantenga la pureza y la higiene de la mente y el cuerpo
Conserve limpio su cuerpo, su ropa y su entorno. La limpieza mental se logra mediante el servicio a otros seres, combatiendo el egoísmo y los pensamientos destructivos. Cultive sentimientos altruistas y benevolentes. Mantenga bajo control sus impulsos e instintos, para que no destruyan la pureza de su mente.
Conserve la serenidad mental
Acepte serenamente y agradezca lo que tiene. La vida de todos los seres tiene aspectos agradables y desagradables. Aceptar y agradecer lo que a cada uno le toca vivir es uno de los pilares de la felicidad interior y de la salud física y mental.
Sirva a otros con su propio esfuerzo y sacrificio
Dar solo lo que nos sobra no nos hace crecer, ni mental ni espiritualmente. Dé algo importante de usted mismo, que es la mejor manera de recibir. Agradezca la posibilidad de servir a otros seres, tratándolos como expresiones individuales de la Conciencia Universal.
Dedique tiempo diariamente a comprender temas espirituales
Mediante la lectura y el estudio habitúe su mente a reflexionar sobre temas existenciales y espirituales, quitándola durante un tiempo de los asuntos materiales cotidianos. Trabaje diariamente para desarrollar su comprensión profunda sobre estos temas. Obsérvese permanentemente para conocer y entender sus propias características y modificar su conducta de manera positiva.
Establezca su mente en una ideación cósmica
Aprenda a meditar y hágalo diariamente. Todos pertenecemos a un sistema universal, perfectamente equilibrado y en armonía; pero la mente se aparta a menudo de esa vibración cósmica, causando desequilibrio e infelicidad. Con la meditación sintonizará nuevamente su ritmo mental con el ritmo universal, recuperará la armonía psico espiritual y podrá entrar en contacto directo con su conciencia.